La autora y la obra

Nace en Buenos Aires en los años cincuenta pero es un cáncer de mama pasados los cuarenta años lo que la hace consciente del estar viva. Comprende la necesidad de hacernos cargo de nuestra propia existencia. Comienza entonces a estudiar el proceso vital más básico, la alimentación que le llevará a comprender cuan importante es en el desarrollo de los demás procesos vitales, la mente, el espíritu y por supuesto el cuerpo en toda su expresión. En medio de toda esta investigación y cuidando de sí misma, es cuando la vida le da una segunda oportunidad.
Le diagnostican un cáncer de pulmón terminal y es entonces cuando Marta Martín puede poner en práctica todos los conocimientos aprendidos. Las conclusiones y las nuevas preguntas que se van formulando en todo este proceso de desarrollo personal tanto físico como mental dan lugar a esta obra. En “Un vuelo que me salvó la vida”, nos revela como salvó su vida mirando al cáncer no como una condena, sino como una oportunidad para curarse. Su fe en una alimentación adecuada y la práctica continua de un pensamiento consciente la llevaron hacer del cáncer algo más que una enfermedad.
Marta Martín se ha convertido en una guía esencial para todos aquellos que quieran curarse, y de urgencia vital para los que todavía piensan que algo así no es posible. Objeto de estudio y sanadora, con la publicación de este libro nos hace participes a todos nosotros de la experiencia que la mantuvo con vida.

INVESTIGACIÓN CON 24 PACIENTES
'La mala vida me acorta los telómeros'
Un estudio muestra que los hábitos saludables aumentan los niveles de una enzima
Un londinense haciendo footing en Hyde Park. (Foto: Dave Caulkin AP)
Actualizado martes 16/09/2008 02:01

MARÍA VALERIO
MADRID.- Como si fuese el tapón de un bolígrafo, los telómeros protegen el final de nuestros cromosomas y les dan estabilidad genética. Una de las primeras claves del envejecimiento (o de enfermedades como el cáncer) es el acortamiento de los telómeros, que a medida que se van haciendo más pequeños permiten que las células se vayan debilitando y muriendo. Por primera vez, un estudio ha demostrado que un estilo de vida sana puede aumentar los niveles de telomerasa, la enzima que regula el tamaño de los telómeros.
Un estudio con pocos pacientes y aún preliminar, como sus propios autores insisten en subrayar, aporta esta semana en las páginas de la revista 'The Lancet Oncology' la primera evidencia de que los hábitos de vida pueden influir en la cantidad de esta enzima, vital en el control del envejecimiento de las células.
Treinta voluntarios con un cáncer de próstata muy poco agresivo (sobre el que sus oncólogos llevaban una vigilancia estrecha) se sometieron durante tres meses a un férreo cambio en sus rutinas. Dieta sana (poca grasa y muchas verduras); media hora diaria de paseo; técnicas de relajación, meditación o yoga; suplementos de soja, selenio, aceite de pescado y vitaminas; terapias de grupo durante una hora a la semana y contacto telefónico permanente con asesores, dietistas, enfermeros, psicólogos o enfermeras fueron la tónica durante este breve período de tiempo.
Los investigadores, encabezados por Dean Ornish, del Instituto de Investigación en Medicina Preventiva de Sausalito (en California, EEUU), detectaron que después de ese 'entrenamiento intensivo' el nivel de telomerasa en la sangre de 24 de los participantes se había incrementado un 29% (las muestras de los otros seis no eran válidas). Como efectos 'colaterales' los pacientes lograron reducir también su índice de masa corporal, su tensión arterial, los niveles de triglicéridos y de colesterol 'malo' en sangre, así como el estrés psicológico. En general, concluye el trabajo, mejoraron su calidad de vida y su estado de salud mental.
Como explican los autores, la telomerasa es una enzima que repara y alarga los telómeros a medida que éstos se van acortando. Cada vez más, aseguran, hay evidencias que relacionan la reducción de estos 'tapones' cromosómicos con la aparición de diversas enfermedades, mortalidad prematura y mal pronóstico en pacientes con cáncer de mama, próstata, colon o pulmón. Sin embargo, añaden, es posible que unos telómeros cortos se mantengan estables con un adecuado nivel de telomerasa que los tenga 'a raya'.
Ornish, amigo personal de Bill Clinton, creador de una dieta que lleva su nombre y autor de libros como 'Amar y sobrevivir' o 'Come más, pesa menos', reconoce que estos son sólo los primeros resultados en esta línea. "Teniendo en cuenta que se trata de un trabajo piloto, sólo podemos apuntar que existe una asociación significativa con el aumento de telomerasa, pero no podemos deducir de ello que exista una relación causal directa".
Tendrán que ser estudios más amplios los que confirmen estos resultados, demuestren el efecto directo de la intervención, cuál debería ser su duración exacta o qué mecanismos están implicados en el aumento de la telomerasa. Mientras eso ocurre, el polifacético Ornish asegura que los beneficios de su estudio no se limitan sólo a los varones con cáncer de próstata, sino que pueden venirle bien a toda la población en general.

No hay comentarios:

Dia Mundial de la Fibromialgia

Cuidar el cuerpo desde el plato y el mantel

13 de mayo 2010

Afmavi, que celebró ayer el Día de la Fibromialgia, ofrece a sus socios un taller de alimentación saludable

SI para cualquier persona cuidar la alimentación es importante, para aquellas que padecen una enfermedad como la fibromialgia, lo es mucho más. No en vano, la salud pasa en buena medida por la ‘gasolina’ que se le ponga. Y esa gasolina tiene que ser de excelente calidad siempre, sobre todo cuando se padecen los dolores a los que hacen frente las personas afectadas por fibromialgia.Conscientes de ello, los miembros de la Asociación de Fibromialgia de Ávila y Provincia, Afmavi, que ayer celebraron con una conferencia el Día Internacional de esta enfermedad, cuentan desde enero con el taller ‘Potenciación integral del ser’ que, entre otros aspectos, aborda la mejor manera de alimentarse en su caso.Al frente del mismo se encuentra la consejera macrobiótica Marta Martín, que cada martes aporta sus conocimientos a un grupo de unas doce mujeres. «Aquí trabajamos sobre todo para que hagan una comida sana y no opten por la ‘comida chatarra’, como los azúcares refinados», comienza a explicar la argentina, que desglosa algunos de los alimentos que más pueden beneficiar a estos enfermos. «Hablamos, por ejemplo, del té bancha, una infusión que está en el árbol tres años, por lo que su hoja pierde la teína y recupera calcio», describe las propiedades de este té, antes de mencionar el arroz integral, que «depura el organismo». Y esto es fundamental en el caso de los enfermos de fibromialgia porque, según Marta, son personas que habitualmente toman muchos medicamentos para el dolor y la depresión que en ocasiones aparece. «Se trata de dar un alimento al cuerpo para que las medicinas no tengan tanto impacto de choque y que les ayude a metabolizarlas». Y en el curso, en el que también se fomenta el consumo de legumbres, las verduras hervidas o las leches vegetales, se fomenta también el consumo de semillas, como las del lino, sésamo, girasol y calabaza.«En estos casos es muy importante combatir la osteoporosis», recuerda la consejera, que insiste en que con sus charlas no se pretende en ningún momento eliminar las consultas que los afectados deben hacer al médico de cabecera, al psiquiatra o al psicólogo.Y es que en este curso también se trabaja mucho la psicología. De hecho, junto con la alimentación, es el otro pilar de un taller en el que se trabaja para reforzar la autoestima de unos enfermos que no sólo hacen frente a sus dolores sino que, además, en demasiadas ocasiones tienen que enfrentarse a la incomprensión de la sociedad. «En muchas ocasiones las mujeres que padecen fibromialgia se sienten mal tratadas, porque se les acusa de histeria», se lamenta la monitora del curso, que insiste también en la necesidad de incluir el ejercicio físico en una vida sana.



Presentacion del libro en el Episcopio de Avila

Quiero agradecer la colaboricion y el cariño con que fui recibida y tratada por el Excelentisimo Ayuntamiento de Avila a través de su Alcalde el Señor Miguel Angel Garcia Nieto, la solicitud de Aureo Martin y en general de todos los colaboradores y secretarias.
Fue para mi, y lo seguira siendo compartir con ellos proyectos y colaboracion.
Quiero agradecer tambien a:
Juan Carlos Corbacho, a Montaña Dominguez y a todas las personas que de una forma y otra me han dado apoyo en la presentacion de mi libro "Un vuelo que me salvó la vida".
Tambien quiero agradecer a:
La Doctora Eva Yuste por su presencia
a Celia Sanabria y a Javier Lopez por compartir su musica.
a Pia Tedesco por cantar y estar.
a Ana Agustin a la que me une un afecto entrañable.
Tambien a al Doctor Jesus Hernandez y algunas de las enfermeras que han compartido conmigo dias menos felices.
Agradecer al público en general.
A mis amigos que han estado presente.
A los medios de comunicacion.
Gracias una vez mas.